Cuando te inscribes a una carrera, hay una emoción real.
Te imaginas el día del evento, la llegada a meta, el esfuerzo… todo.
Pero luego viene la parte difícil:
entrenar con una agenda que ya está reventando.
Reuniones, pendientes, hijos, tráfico, trabajo, estrés, cansancio.
Y aún así, ahí estás, tratando de hacer que encajen 2 horas de bici o una corrida larga entre todo ese caos.
La verdad es simple:
no tienes tiempo. Pero igual quieres lograrlo.
Y eso es lo que hace que valga más.
Entrenar cuando todo está en orden es fácil.
Lo difícil es entrenar cuando no hay espacio, cuando tienes que estirar las horas del día, sacrificar descanso o negociar contigo mismo.
Pero si algo tenemos los atletas amateur, es esta mentalidad:
“No tengo tiempo… pero me las voy a arreglar.”
Y sí se puede. Aquí te van las claves.
No entrenes cuando “puedas”.
Entrena como si fuera una junta con tu jefe, algo que no puedes mover.
Ponlo en tu calendario. Bloquea ese espacio.
▶️ Ejemplo real:
Miércoles – 6:00 am a 7:30 am: Bici + café.
Viernes – 9:00 pm a 9:30 pm: Rodillo corto con intervalos.
Aunque sea poco tiempo, si está agendado, se hace.
No todo entrenamiento debe durar 2 horas.
Hay semanas donde vas a sobrevivir con 3 sesiones de 30 minutos. Y está bien.
✅ Intervalos de alta intensidad (HIIT)
✅ Entrenamientos de umbral en rodillo o caminadora
✅ Core de 15 minutos en casa
✅ Brick de 40 minutos bien estructurado
Haz que cada sesión cuente.
Calidad sobre cantidad.
Hay semanas donde fallarás una sesión. O dos.
No eres un pro.
No vives de esto.
No te castigues.
🔁 Lo importante es la consistencia, no la perfección.
Entrena lo que puedas, cuando puedas, con lo que tengas.
Sábados y domingos son tu oportunidad.
Ahí es donde puedes hacer el largo, el fondo, el entrenamiento clave de la semana.
Planéalo desde antes.
Negocia con tu pareja.
Acomoda compromisos.
Ese entrenamiento largo es el corazón del progreso.
Si entrenas con agenda llena, tu recuperación es oro.
Dormir bien, comer bien y soltar estrés va a hacer que tus entrenamientos cortos funcionen.
Hazte el favor:
📵 duerme antes,
🥗 come mejor,
🚫 y di que no a cosas que te drenan.
No estás haciendo “solo un deporte”, estás equilibrando una vida.
Porque el tiempo libre no llega. Nunca.
Pero la intención sí.
Y tú ya sabes de eso.
Has entrenado con los ojos cerrándose de sueño.
Has salido a correr después de días eternos.
Has hecho bici en la madrugada, o rodillo a las 11 pm.
Y eso vale. Mucho.
Sabemos lo que es tener la vida encima y aún así perseguir una meta.
Por eso este blog existe: para recordarte que no estás solo.
Y si este artículo te ayudó o te habló directo, compártelo con ese amigo que se está preparando para su próxima carrera… entre juntas, hijos y pendientes.
Nos vemos en la ruta.